Mi cuenta
    Judas y el mesías negro
    Críticas
    3,5
    Buena
    Judas y el mesías negro

    El imperfecto mesías de Shaka King

    por Iván Romero

    Con un título que hace un paralelismo bíblico evidentemente, Judas y el mesías negro es una ópera prima dirigida por el escritor y cineasta Shaka King y producida, entre muchos otros, por Ryan Coogler (Pantera negra). La historia está basada en un hecho real, que incluso para muchos nos era desconocido, por lo que resulta un filme oportuno sin duda. Este gira entorno a Bill O'Neal (Lakeith Stanfield), un delincuente cuyo actividad es dedicada a robar automóviles y cuando es detenido, el FBI lo utiliza como chivo expiatorio, no sin antes proponérselo; en lugar de ser 30 monedas, la oferta es mayor: su completa absolución a cambio de infiltrarse en el partido  de los Panteras Negras y atrapar al líder de ese momento: el activista Fred Hampton (Daniel Kaluuya).

    Antes de mencionar la importancia social o mediática, resumiré mi experiencia particular en el filme, el cual tuve oportunidad de ver en el Festival de Cine de Sundance 2021 en su versión digital, fue un tanto convencional. Su estructura, el libreto y todo lo que lo construye no me pareció novedoso, ni retador. Hablando por supuesto, en cuestión cinematográfica. Sé de antemano la importancia del #BlacklivesMatter y no pueden caer en mejor momento, filmes como este. La realidad: se trata de una buena película, pero creo que el éxito de la misma recae en ser una historia basada en hechos reales primeramente y se encuentra apoyada en las actuaciones de su elenco.

    Sus actores, el ahora ganador del Óscar como Mejor Actor de Reparto por este filme, Daniel Kaluuya, Lakeith Stanfeild, Jesse Plemons y una estupenda Dominique Fishback le dan al material con el que trabaja mayores dimensiones ya que sus interpretaciones son las que hace que el espectador no mire el reloj, a pesar de ser un filme que sobrepasa las dos horas de duración. La historia, es un pasaje terrible en la historia de Estados Unidos. El asesinato de Fred Hampton parecía de pronto no recordarse tan vívidamente, pero gracias a Shaka King, ahora hay un recordatorio visual y sumamente fiel.

    BRON Studios

    El dilema moral del personaje de Stanfield, al igual que el del personaje religioso al que se enlaza es sumamente interesante, pero ocurre algo curioso entre la dinámica de este con el personaje de Kaluuya, quien a primera vista es el actor protagónico de la historia, pero la temporada de Premios en Hollywood ha decidido que fuera de soporte, al igual que el Stanfield: así que nos enfrentamos a una película sin protagonista: aunque siendo poéticos y un tanto cursis, el acto de traición es quién lleva el primer crédito aquí. Además cuenta con música potente que acompaña todas la imágenes y es otro aspecto a destacar

    BRON Studios

    ¿La película sirve como legado? El de Fred Hampton claramente. La respuesta sería evidentemente un gran sí, pero esto no la exime también de ser excesivamente ambiciosa. Y qué película no es, pensaría, pero esta respira desde el minuto uno hasta el final el poner los puntos sobre las i, y que quede claro, aunque intenta ser un thriller de momento, realmente no lo logra y funciona mejor como una biopic convencional, aunque suene reiterativo. 

    En cuanto al personaje de William O'Neal, pudiera caer en el estereotipo, pero también es retratado como un hombre que tomó las decisiones equivocadas, y que se aferró a toda costa a las mentiras y al plan que tuvo que armar, para salir victorioso y libre de sus previos delitos. Quizá fuera de este cuarteto de intérpretes, el resto de personaje palidece y poco importan quienes son, pero el trabajo de King es bastante decente, con energía, que a pesar entrar en un terreno trillado, su elección de casting fue tan acertada, que es imposible no caer ante el afamado Judas y su imperfecto mesías.

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