El documental mexicano 45 días en Jarbar, dirigido por el artista audiovisual y pintor César Aréchiga, en el que el propio director decide compartir parte de sus conocimientos con un grupo de 15 internos de un penal de máxima seguridad. Licenciado en derecho gráfico, el artista nunca había ofrecido una clase pública, menos aún pensada para ser un curso experimental, veloz y concreto para un grupo de prisioneros. Pero en el camino, César descubrió que el curso llevaba a los presos a un desarrollo personal importante: los reclusos volvían a sentirse libres, a disfrutar los momentos y a soñar de nuevo. En el proceso, el director conoce a un joven, capturado y acusado como sicario de un grupo de narcotraficantes, quien narra su historia de infancia y asegura haber tenido muchos sueños e ilusiones muy afines a los propios del director y cuenta cómo terminó trabajando para el crimen organizado, por necesidad, como muchos otros.