El documental Chèche Lavi toca un tema que ha permanecido actual por varias décadas: la inmigración. Luego del devastador terremoto, en enero de 2010, en Haití, muchos jóvenes se vieron forzados a huir de la destrucción y el peligro, en búsqueda de mejores oportunidades. Algunos consiguieron trabajos provisionales en regiones de América del Sur, en los preparativos de los Juegos Olímpicos de Brasil y la Copa del Mundo. Viendo la situación, surgieron rumores de que algunos ciudadanos de Haití podían ser beneficiados con un permiso especial para ingresar a los Estados Unidos, lo que provocó un movimiento masivo de inmigrantes que llegaron a la ciudad de Tijuana, México, al poco tiempo de conocer la posibilidad. Entre ellos se encontraban dos jóvenes con ilusiones y poca esperanza del futuro de quedarse en su país: Robens y James. Como muchos ciudadanos haitianos, ellos han quedado varados en las calles de la ciudad mexicana, en espera de una respuesta sobre su solicitud de asilo. Compañeros de viaje desde Haití, en un recorrido que los llevó a Brasil, Perú, Panamá y, finalmente, México, el dúo mata el tiempo en las calles, a la vez que forman una hermandad que comparte más que un escape.