La cinta está inspirada en la novela homónima de la propia guionista, Sandra Becerril.
La cinta se presento en el festival Feratum, de México, en 2016, siendo reconocida con el premio Torre Feratum, a la mejor película mexicana de terror.
Tras su presentación en festival Feratum, el director y la guionista hablaron con el público, donde revelaron que la novela original contenía más secuencias violentas y sangrientas que decidieron dejarlas fuera de la adaptación, debido al presupuesto ajustado con el que contaban.
Es el primer largometraje del director Alexis Pérez Montero.
La mayor parte de la cinta se filmó en el interior y exterior de una locación, con tan sólo cuatro actores.