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    Descuida, yo te cuido
    Críticas
    3,5
    Buena
    Descuida, yo te cuido

    Un delicioso ejercicio de muchos géneros no apto para puristas

    por Iván Romero

    En la edición pasada del Festival Internacional de Cine de Toronto una película ahora titulado en español como Descuida, yo te cuido formó parte de la programación y destacó el regreso del cineasta inglés J Blakeson, después del sonado fracaso de la cinta apocalíptica juvenil: La quinta ola, además de ver nuevamente como protagonista a Rosamund Pike con un personaje cuestionable moralmente y de alguna forma con cierta comunicación con otro de sus personajes: Amy de Perdida, del filme de David Fincher del 2014, que aparte de darle una nominación al Oscar le otorgó un papel que hasta hoy no lo podemos sacar de la cabeza.

    Otra vez Pike es el centro de un proyecto; aunque Descuida, yo te cuido tiene un elenco excelente que la acompaña, es un hecho que la cinta es de Marla Grayson (Pike), una fraudulenta mujer, sin escrúpulos y acostumbrada a no perder. Ella es una tutora legal “fabulosa”, siempre vestida con un estilo singular, con un porte que deja frío y que difícilmente le dirías que no. Aprovechando de la posición de poder que obtiene gracias a su trabajo, desfalca a todas las personas de la tercera edad al hacerse cargo de ellos legalmente, aunque en sí, no es más que ingresarlos en una casa de retiro mientras se queda con sus bienes.

    Marla tiene a Fran (Eiza González) como su compañera y cómplice en cada uno de los delitos. En la búsqueda de una presa más, se topan con Jennifer Peterson (Dianne Wiest), una mujer adulta que vive sola y cuyo estado bancario y bienes deja a las protagonistas boquiabiertas. Lo que no saben es que la señora Peterson les trae una serie de problemas que las pone en peligro. Netflix supo que Descuida, yo te cuido era perfecta para formar parte de su catálogo de contenidos y se hizo de ella, independientemente de que es un filme difícil de llegar a las masas porque los actos cometidos por los personajes de esta comedia negra son horribles. No puedes ser partidario de ninguno y simpatizar, además, de alguna manera el guion, escrito por el mismo Blakeson, se las ingenia para que no podamos despegarnos del asiento durante las casi dos horas de duración.

    Es importante mencionar que la cinta está basada en hechos reales. En efecto existen estos ladrones de cuello blanco que se aprovechan de los viejitos que han trabajado toda una vida para hacerse de un patrimonio, pero al quedarse solos llegan estos individuos para dejarlos sin nada. Regresando a la parte que considero difícil, aparte de mezclar la comedia, no tomarse en serio en gran parte de la historia y especialmente en el último acto, también la hacen un thriller y una historia de crimen muy efectiva, una bomba de géneros que afortunadamente para Blakeson sale más que bien librado, porque el texto es despiadado, inquietante, cruel y los personajes en pantalla son terribles personas disfrazadas.

    Marla es una mujer emprendedora y empoderada, aunque hay un sinfín de personajes femeninos fuertes, decididos y con todas las piezas del ajedrez a su favor en la historia del cine. Pues bien, ella es una, sólo que, en términos generales, es una sociópata. Pike le sabe dar brillo a cada una de sus líneas y disfruta de su personaje, el cual se rige por los lineamientos de un filme y se desenvuelve como tal, pero tiene su lado real que es lo que lo hace también a un gran personaje. A esto le añadimos que Rosamund ya se encuentra obteniendo reconocimientos por su labor en Descuida, yo te cuido y muy bienvenidos todos. La nominación al Oscar parece lejana debido a la competencia, pero el éxito del filme dentro de la plataforma y su inevitable popularidad la pueden acercar a ocupar un lugar en la quinteta de Mejor actriz.

    Netflix

    Por otro lado, la química entre Eiza Gonzánlez y Rosamund Pike encaja perfecto en este juego de ladrones y la actriz mexicana le da replica a lo que Pike logra en escena. Sin duda, al igual que en Baby Driver, otro personaje para nuestra compatriota que la impulsa dentro de la meca del cine para tener cada vez más presencia y mejores roles. Después volteamos a ver a Peter Dinklage, quien le da vida a Roman, un mafioso que se cruza en el camino de estas dos mujeres y cuyos intereses se ven afectados en cierto momento. El actor hace un gran trabajo y su aporte con Pike es delicioso, pero quizá sea el que más navega en el estereotipo y la caricatura del villano, aunque no por eso menos disfrutable. Y luego Dianne Wiest, toda una actriz de leyenda, que uno pensaría de inicio que su rol como la frágil señora Peterson se quedaría en eso, pero no, muchos giros de tuerca le dan material a la actriz para tener grandes escenas y líneas. Finalmente, y no menos importante, Chris Messina, un abogado que también intenta hacerle ver su suerte a Marla. Messina es carismático y, aunque tiene menos tiempo en pantalla que todos los involucrados, nunca lo olvidas. Eso sólo sucede con filmes como estos, en los que hay personajes delineados y encuentran a actores que superan al texto, por más huecos o trampas que tenga.

    Algo negativo en Descuida, yo te cuido es que de pronto los giros que toma el último acto parecen no embonar y se vuelve una película completamente diferente, así como el destino que Marla obtiene, que no convence para el tono que traía Blakeson durante el resto del metraje, aparte que se alarga más de lo esperado. Realmente no es nada grave, pero se perdona si uno se deja llevar. Es un delicioso ejercicio de muchos géneros no apto para puristas. Advertidos están, en este relato hay personas malas por todos lados. Como la vida, pues.

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