Desde 2016, la organización sin fines de lucro, Border Network for Human Rights (BNHR), fundada a principios de los años 90, organiza un evento conocido como Hugs Not Walls, donde reúne a diferentes familias separadas por razones de migración, en la frontera de México y Estados Unidos, donde, dos veces al año, pueden convivir, platicar y abrazar a sus seres queridos durante tres minutos. Los ciudadanos norteamericanos usan camisas azules, los mexicanos camisas blancas y los oficiales de la frontera camisas rojas, segmentando cada uno de los participantes, para asegurarse que nadie podrá cruzar la frontera ilegalmente. Con el cortometraje documental Un abrazo de 3 minutos el cineasta mexicano Everardo González (Los ladrones viejos. Las leyendas del artegio), se sumerge en uno de esos eventos, avanzando silenciosamente entre los miles de familiares que cuentan con tan solo unos minutos para ver a sus seres queridos y lograr una conexión que tiene que durar y esperar largos periodos de tiempo, siempre con la esperanza de que vuelva a ocurrir.