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    Heredera del viento
    Críticas
    3,0
    Entretenida
    Heredera del viento

    El daño colateral de una pasión sin frenos

    por Octavio Alfaro

    Perseguir un objetivo de vida es fundamental para la maduración personal de prácticamente todos. Si no sabemos a dónde queremos llegar no tendría sentido realizar ciertas actividades, ¿verdad? En el caso de los padres de Gloria Carrión Fonseca, su motivación estaba ladeada hacia la revolución de Nicaragua para derrocar a la dictadura en la década de los 70 y vaya que se lo tomaron en serio, al grado de que se olvidaron de prácticamente todo lo demás, incluyendo a su familia. Sobre este eje gira el documental Heredera del viento.

    En este documental conocemos más detalles sobre la batalla librada por los Sadanistas ante la opresión del gobierno. Los esfuerzos fueron arduos, pero pudieron derrocar del poder a sus contrincantes. Carlos Carrión e Ivette Fonseca fueron parte importante para obtener la victoria. Respiraban para continuar su movimiento, entregan prácticamente sus días enteros sin descanso a sumar fuerzas a la causa y en los pocos espacios vacíos que había, se enamoraron, lo que a la postre resultó en el nacimiento de su hija: Gloria.

    Justo ella es la directora detrás de este documental en el que su intención era darle una perspectiva mucho más personal al conocido conflicto, tomando como referencia a sus padres y el circunstancial olvido de ella, ya que no le prestaban atención por atender las necesidades de movimiento en el que participaban. Su infancia obviamente fue dura y carente de muchas cosas, así que esta cinta funge como su carta de perdón y redención hacia el pasado y situación. Finalmente, ella no eligió ser parte de la revolución, sino que el destino la puso ahí.

    Declaraciones de sus padres nos llevan a revivir hechos crudos e injustos de aquella época, aderezado de una historia de amor. El largometraje toma su tiempo para narrar los hechos e ilustrarlos, por lo que para algunos puede sentirse lento. Por momentos se siente que lo contado está dando vueltas sobre sí mismo sin realmente darnos algo nuevo, pero los toques de introversión a una familia que bien podría estar rota le añaden el ingrediente para que siga en pie.

    Heredera del viento es íntima, informativa y hasta cruda, pero no por las imágenes, sino por los daños colaterales de los que te enteras cuando lo ves. Está bien perseguir un sueño y hacer lo necesario para conseguirlo, pero de repente se borra la línea que separa la pasión desenfrenada de la tierra firme.

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