A mediados de 1961, surgió una asociación de activistas por los derechos civiles de Estados Unidos, en especial de las personas de raza negra, que comenzaron una travesía por el sur del país para desafiar que los autobuses públicos segregados eran inconstitucionales, en una acción que despertaba el malestar social y ponía el racismo activo en los ojos del mundo. Uno de los cientos de voluntarios para los activistas fue un joven consciente de las injusticias y discriminaciones llamado John Lewis, quien arriesgo su vida y fue golpeado severamente por multitudes por su participación. Lewis siguió uniéndose a grupos activistas que buscaban igualdad entre las personas de color y aunque fue arrestado más de cuarenta veces y tuvo que ir al hospital después de ser golpeado otras más, fue un ferviente defensor de la filosofía de la no violencia. En el documental John Lewis: Good Trouble, la directora Dawn Porter (Spies of Mississippi) explora los más de 60 años de activismo social y acción legislativa de Lewis, así como reflexionar sobre el legado que dejo y los cambios que provoco para mejorar la vida de su comunidad y de la sociedad norteamericana en general.