El documental Some Kind of Heaven, del cineaste Lance Oppenheim (The Happiest Guy in the World) enfoca su historia en una simple pero poderosa reflexión: la enfermedad y la muerte no se pueden evitar, extender o prolongar con dinero. En la zona de Florida conocida como “The Villages” es una de las mayores reservas de jubilación de los Estados Unidos, una comunidad para ancianos, con una población de 130,000 habitantes, con todas las comunidades médicas, de recreo y de vivienda, ofreciendo una perspectiva casi utópica de los últimos años de la vida de los humanos. Comúnmente apodada como un Disneylandia para comunidades, la realidad es que, a pesar de los ejercicios matutinos y la tecnología médica incluida, las personas eventualmente se enferman y mueren, incapaces de detener el paso del tiempo y el deterioro con sus costosas rentas. Así, el cineasta sigue a cuatro residentes que, en medio de céspedes perfectamente cuidados, toda la atención de los empleados y las numerosas actividades, están luchando por encontrar la felicidad.