Crítica de SensaCine.com.mx para No Ordinary Man: Alguien buscó la manera de ser feliz y lo logró

La pasada edición del Festival Internacional de Cine de Toronto 2020 tuvo dos vertientes debido a la pandemia. La celebración como la conocíamos se dividió en presencial y digital y esta última específicamente para la prensa extranjera. Aunque la experiencia fue distinta, la plataforma a la cual podías acceder mediante un usuario a cada filme resultó innovadora y sumamente práctica. Así que lo que antes eran filas para entrar a las salas, ahora estaba sólo a un paso en tu dispositivo de tu preferencia.

Varios largometrajes llamaron la atención, pero hubo un tema recurrente en algunas ficciones y documentales que por demás es oportuno ponerlo en la mesa desde distintas ópticas, pero que no es usual ver tal representación dentro de su programación en cualquier festival de cine al que asistas en el mundo. Y esto tiene que ver con la identidad de género o precisamente a ser transgénero, lo cual significa las distintas maneras en las que personas pueden expresar o diferir respecto al sexo que se les asigno al nacer.

Uno de ellos no sólo me pareció de las mejores películas de la programación entera por su calidad narrativa y edición, sino porque la historia, además de conmovedora, me abrió un poco más al panorama no sólo hacía el tema en sí, sino al respeto, empatía y derecho de cada ser humano de decidir lo que quiera respecto a sus preferencias de todo tipo. Es cierto que caigo en lugares comunes y mis comentarios son trillados, pero esto también tiene que ver con la tremenda ignorancia en la que tanto un servidor como gran parte del mundo tenemos sobre un tema de tal índole. No Ordinary Man es el filme del que hablamos y es un documental canadiense dirigido por Aisling Chin-Yee y Chase Joynt y escrito por Aisling Chin-Yee y Amos Mac.

No Ordinary Man es un sentido y puntual retrato acerca de Billy Tipton, uno de los más importantes músicos de Jazz de los años 40 y 50 y durante décadas se hizo pasar por hombre siendo una mujer buscando oportunidades en la industria musical. Tras su muerte se revela que Billy era transgénero, marcando un parteaguas para la comunidad correspondiente y generando una polémica que hasta hoy es motivo de conversaciones y debates al respecto. El documental está lleno de información correctamente dosificada a lo largo del metraje, no sólo contando la historia de Billy, sino reimaginando su vida a través de testimonios de figuras importantes alrededor de la comunidad trans, como artistas, especialistas, pintores, músicos y en particular hay un pasaje en el que vemos un casting hacia actores trans que pudieran interpretar a Billy en una posible ficción. Los participantes abren la conversación respecto a la figura de Billy, lo que representó y cómo la lucha por la identidad sigue siendo una batalla no ganada del todo por la sociedad y los prejuicios.

La película estuvo a punto de no estar lista debido a la pandemia del COVID-19, pero vía remota la parte de la edición y postproducción pudo terminarse y el trabajo final es estupendo. Un retrato sumamente complejo interesante acerca de este hombre. Conmovedor y llenos de opiniones que no juzgan en ningún momento, si no que enriquecen el relato y lo abren de tal forma que el espíritu de Billy queda liberado para entonces; a partir de él, se empiezan a hablar de todas las problemáticas que la sociedad misma ha impuesto a la comunidad trans a lo largo de la historia.

Tipton es un icono, su muerte en 1989 fue inolvidable, ya que al llegar los paramédicos a su hogar para salvarlo fue cuando se dieron cuenta que se trataba de una mujer. Sus hijos no estaban enterados, ya que Billy tuvo diversas parejas, pero adoptó a tres pequeños quienes desconocían el pasado de su padre.

Durante 80 minutos el trabajo que lograron Aisling Chin-Yee y Chase Joynt, es remarcable y toca un sinfín de tópicos, con muchas direcciones que han transitado desde la década de los años 40 hasta hoy en día respecto a los problemas emocionales, sociales y políticos de la transexualidad y de la identidad sexual. La violencia hacia el ser humano por no entender la naturaleza de este mismo, no sólo física, sino cerebral y emocional. Un filme importante que espero encuentre su camino y que pueda ser visto por la mayor cantidad de gente posible, tanto trans, como de cualquier identidad o preferencia sexual. Un documental fuerte sobre una persona que buscó la manera de ser feliz y lo logró, aunque fuera a costa de guardar un secreto toda su vida. Tras ver No Ordinary Man Billy Tipton trasciende un nivel más y se queda en nuestra memoria para siempre. ¡Qué ironía!