Es la ópera prima del director neoyorkino, radicado en México, Kurt Hollander. Hasta 2020, es la única cinta que ha realizado.
La locación de la sala de billares perteneció, en la vida real, al director Kurt Hollander.
La cinta permaneció enlatada y sin proyecciones por cinco años, hasta que en 2007 fue estrenada en formato DVD.