En el momento que enfilaba para sus mayores éxitos, el cantante y compositor italiano Lucio Dalla no era tan apuesto como los otros cantantes de su generación. Su gran acierto, admirado a la distancia y con el tiempo, era que encarnaba un modelo diferente a los artistas regulares, tenía un estilo y personalidad que lo acercaban a la gente común, la que pagaba por las canciones y presentaciones. Iniciado como clarinetista y pianista del grupo Los Flippers, una banda de jazz de Roma, Dalla fue convencido por el cantante Gino Paoli para perseguir una carrera como solista y pronto empezaba a asombrar al público y audiencia con sus composiciones, especialmente las que creó en colaboración con el poeta boloñés Roberto Roversi. Pero la madurez musical fue uno de los momentos cumbre de la carrera de Lucio, una más personal pero también más nacional, que hablaba de un país y una sociedad que se levantó de la tragedia bélica, sin pretensiones de erudición ni de formalismo, es decir, siempre empleando un lenguaje cotidiano. En el documental For Lucio, el cineasta Pietro Marcello (Martin Eden), explora la historia y el legado del aclamado cantautor, acompañado por el testimonio de su manager y amigo Tobia Righi.