Desde los 7 años y sin proponérselo, conscientemente, Michael Phelps había encontrado su propósito cuando decidió entrar en una alberca, para demostrarle a su mamá y a sus hermanas mayores que podía aprender a nadar rápidamente. Para los diez años, ya tenía el récord nacional, dentro de su edad, en los 100 metros de mariposa, tiempo por el cual fue diagnosticado con un déficit de atención e hiperactividad y pasaría los siguientes años preparándose, incansablemente, para competencias explosivas de tan solo unos cuantos segundos, donde todo se ponía en juego. Uno de los más grandes ganadores de los Juegos Olímpicos, Phelps cayó en una profunda depresión una vez que los juegos llegaron a su fin y habiendo tocado fondo, poco después, decidió trabajar en su salud mental para salvar su vida, motivado a ayudar a otros a superar luchas similares. En el documental The Weight of Gold, dirigido por Brett Rapkin (Spaceman), Phelps presenta relatos de diferentes atletas olímpicos, explorando los desafíos de la salud mental que a menudo enfrentan.