La empresa Eelume que aparece en la película existe en la vida real, y sus robots submarinos con forma de serpiente son productos reales.
Es la tercera entrega de la exitosa saga de películas noruegas sobre desastres naturales que llega tras La ola, dirigida por Roar Uthaug en 2015, y Terremoto, dirigida por John Andreas Andersen en 2018.