La remasterización de la cinta debía estrenarse en el Festival de Cine de Cannes de 1998. Sin embargo, el día anterior al estreno, la presentación fue cancelada por Beatrice Welles, la hija de Orson Welles, quien tiene una larga historia obstaculizando las proyecciones del trabajo de su padre a través de amenazas de litigio.
Orson Welles fue originalmente contratado solo para actuar en la película, pero debido a un malentendido, Charlton Heston pensó que Welles sería el director. Para mantener feliz a Heston, el productor Albert Zugsmith le permitió a Welles dirigir.