Cuando cumplió 23 años, Sinéad O’Connor era la más cercano a una superestrella musical internacional, cuyos éxitos no dejaban de sonar en todas las bocinas del mundo y cuyo talento deslumbraba a cualquiera, no solo por lo particular sino por la carrera que parecía esperarle. Pero Sinéad nunca parecía completamente cómoda con su posición como ícono de la música, mucho menos símbolo de una generación y con la presión, era evidente que los medios estaban obsesionados con su comportamiento errático o hasta inclasificable. Tres años más tarde, la artista se coloco en el epicentro de una controversia, cuando, en su presentación en vivo en SNL, rompió una imagen del papa Juan Pablo II, como manera de protesta por el abuso infantil que cobijaba la iglesia, un acto que represento la caída de una joven y prometedora carrera. Nothing Compares es un documental coescrito y dirigido por Kathryn Ferguson, que explora la figura de la artista, del ser humano y de una mujer que busco romper las reglas en cada oportunidad que tuvo.
