Crítica de SensaCine.com.mx para Un dolor real: ‘A Real Pain’: Jesse Einssenberg te hará sentir que no estás tan solo

Hollywood es sinónimo de glamour y excesos pero no todas las veces una película necesita demasiado para lograr su cometido. Este es el caso de A Real Pain, escrita y dirigida por Jesse Eisenberg quien también actúa en ella, y coprotagonizada por el ahora nominado al Oscar Kieran Culkin.

La película encaja en el género de road movie: dos primos emprenden un viaje a Polonia tras la muerte de su abuela, una sobreviviente del Holocausto. Eisenberg interpreta a David Kaplan, un trabajador de clase media que vive en la ciudad y se dedica al marketing. Por otro lado, Culkin da vida a Benji, imprudente, carismático y magnético, cuya vida errante y un reciente intento de suicidio lo rodean de un halo de tristeza evidente.

Desde el principio, queda claro que son el yin y el yang. David podría ser un Virgo ascendente Capricornio y Benji, un Sagitario ascendente Piscis. Sin embargo, a pesar de sus diferencias, lo que los une son los recuerdos familiares, un vínculo que permanece firme a pesar de las vidas kilométricamente opuestas que llevan.

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Eisenberg ha dicho abiertamente que la película está inspirada en su historia familiar, y esto es el núcleo de la trama. A Real Pain no busca deslumbrar con grandes escenas de acción ni hazañas cinematográficas; en cambio, lo que hace el actor, guionista y director es darnos la llave que abre la puerta de su herida.

El título de la película de por sí ya no los advierte. Es más, hay algo de humor escondido. Me gusta pensar que A Real Pain es en realidad es la abreviatura de “A Real Pain in the Ass”, una expresión coloquial para referirse a algo molesto, y esta dualidad está presente en toda la cinta.

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Además de la nominación de Culkin, A Real Pain compite por el Oscar a Mejor guion original junto a títulos como Anora, La sustancia, The Brutalist y September 5. La competencia está reñida, pero aquí radica el mayor acierto de Eisenberg: lograr equilibrar el drama, el duelo y la sombra de un evento histórico devastador con un humor que a veces da cringe, pero en últimas te hará reír.

Aunque algunos críticos han dicho que la película pone el foco sobre la depresión masculina, este no es el tema central. El dolor es el verdadero hilo conductor, un sentimiento que atraviesa a todos los personajes. Eisenberg y Culkin no están solos en pantalla; los acompaña un grupo diverso de personajes, como una divorciada interpretada por Jennifer Grey y un sobreviviente del genocidio de Ruanda convertido al judaísmo. Todos ellos son descendientes de víctimas del Holocausto que cargan con el peso de un pasado y buscan honrar a sus seres queridos, incluso si eso implica recorrer Polonia en un tren de primera clase.

Estas historia se convierten en un reflejo de los dolores de nuestra sociedad contemporánea, marcada por la ansiedad, las adicciones, el capitalismo y los ideales imposibles de perfección. Ya no hay guerras, ni dictaduras, o cámaras de tortura, pero seguimos luchando con nuestros propios demonios persiguiendo un futuro mejor.

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Aun así, el verdadero corazón de la película está en la dinámica entre David y Benji. Sus interacciones, recuerdan a un partido de ping pong. La dinámica de acción-reacción es lo que identifica su relación y se intensifica por el hecho de que son primos, pero en realidad, son nuevos conocidos. Si alguna vez te preguntaste qué pasaría si Y tu mamá también comenzara justo en su escena final, esta película podría darte una idea.

La interpretación de Kieran Culkin se está llevando todos los aplausos. Tras ganar el Globo de Oro a Mejor actor de reparto, es el favorito para llevarse el Oscar. Sin embargo, su carrera parece haberse especializado en un tipo de personaje: hombres carismáticos, profundamente tristes, que esconden sus heridas tras un sentido del humor afilado. De hecho, Benji podría ser fácilmente el primo pobre de Roman Roy en Succession. ¿Hace un gran trabajo? Sí, pero la gran pregunta es qué hará después. Por esta razón, prefiero echarle las flores a Jesse Eisenberg.

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A Real Pain, ya está en los cines y el furor de títulos como Emilia Perez, Nosferatu, y Babygirl la opacan, sin embargo, si quieren ver una historia que sirve de ejemplo perfecto de lo que es un buen guion, esta es la que tienen que ver. Eso sí, lleven pañuelos.