Durante su infancia, George Anthony Morton y sus hermanos se vieron obligados a luchar solos contra la dura realidad de la pobreza sistémica, el encarcelamiento y la adicción a las drogas en su familia y comunidad. A pesar de todo, George tenía un don que fue reconocido por muchos: sabía dibujar. Hacer imágenes era su escape. A los 19 años fue sentenciado a 11 años en una prisión federal por cargos de drogas. Tras las rejas, perfeccionó su talento artístico y, cuando fue liberado, siguió estudios de arte y fue uno de los estudiantes aceptados en la prestigiosa sucursal de Nueva York de la Academia de Arte de Florencia. Más tarde estudió en la academia en Italia, donde ganó premios competitivos por Mejor dibujo de figura en 2015 y Mejor dibujo de retrato en 2016. En Master of Light, Morton viaja a su ciudad natal para pintar a los miembros de su familia y se obliga a enfrentarse a su pasado en su búsqueda por reescribir el guion de su vida.