Die, My Love
Críticas
4,0
Muy buena
Die, My Love

La maternidad lejos del tabú

por Cristina Ibáñez

Primeras impresiones dentro de la cobertura especial de Sensacine Latam desde el Festival de Cannes 2025

Dentro del marco de Festival de Cannes 2025, acabo de ver una de esas películas que te sacuden de forma incómoda, necesaria y desgarradora. Die My Love, dirigida por la implacable Lynn Ramsey, es un golpe directo al estómago que desmonta una de las ideas más románticas y socialmente idealizadas: la maternidad.

Basada en la novela homónima de la escritora argentina Ariana Harwicz, publicada en 2017, la cinta retoma el tono crudo y literario del libro. Harwicz explora la mente de una mujer que vive en los márgenes de la cordura, atrapada en el campo francés junto a su esposo e hijo, mientras lidia con deseos destructivos, desesperación y una incapacidad brutal para adaptarse a las exigencias de ser madre. Ramsey toma ese material explosivo y lo lleva a un producto audiovisual que puede resultar emocionalmente demoledor.

En la película, Gracie y Jackson (interpretados por Jennifer Lawrence y Robert Pattinson) son presentados como una pareja en su momento más pleno: sexo desenfrenado, planes compartidos, una conexión íntima de otro planeta. Pero la llegada de su primer hijo marca un antes y un después. A partir de ahí, Die My Love se transforma en lo que podemos describir como ansiedad, psicosis y soledad que retrata, sin pelos en la lengua, cómo la maternidad puede detonar los traumas no resueltos de una mujer.

UNA ACTUACIÓN DE OSCAR

Jennifer Lawrence entrega aquí una de las actuaciones más emocionales de su carrera. Lejos de los papeles más comerciales que la hicieron famosa, como The Hunger Games o Hazme el favor; Gracie es una mujer rota, rabiosa, amorosa y aterradora, todo al mismo tiempo. No hay posturas o glamour, hay más verdades que nada. Y en un festival como Cannes, donde se celebra ese tipo de actuaciones tan vulnerables, no es descabellado pensar que este papel podría llevarla de vuelta al Oscar. Sería su segunda estatuilla tras ganar por Silver Linings Playbook , pero posiblemente la primera por un rol que probablemente de mucho de que hablar cuando MUBI - estudio que adquirió los derechos- la haga llegar a los cines de todo el mundo.

MUBI

Por su parte, su co-estrella Robert Pattinson, lo podemos ver en un papel mucho más contenido pero igual de importante, interpreta a un hombre que observa sin entender. Ama a su esposa, pero no la acompaña. Está, pero no sostiene. Es la representación de esa figura masculina que se asume como “presente” sin ser realmente consciente de lo que implica criar junto a alguien emocionalmente desestabilizada. Una actuación que funciona para apoyar la fuerte actuación de Lawrence.

LA SENSACIÓN CLAUSTROFOBICA

Bajo la inspiración de Repulsion de Roman Polanski y El bebé de Rosemary, Ramsey decide trabajar en esta producción con un formato 4:3, lo que provoca que la historia ofrezca una sensación constante de encierro. No hay respiros visuales. A esto se suma un diseño sonoro perturbador: llantos de bebé amplificados, silencios que retumban, susurros que desgarran y que nos coloca dentro de la mente de una mujer al borde del colapso. La atmósfera es densa, opresiva, emocionalmente agotadora.

Tras su proyección dentro de la contienda del Festival de Cine de Cannes, muchas personas salieron en silencio. Algunas con lágrimas, otras simplemente desconcertadas. No hubo ovación inmediata pero hubo algo más raro y valioso: reflexión colectiva.

MUBI

Y eso es lo que logra Die My Love. No es solo una película sobre la maternidad. Es una denuncia poética y furiosa contra la romantización de ser madre o convertirse en madre. Es un grito existencial que nos obliga a mirar con otros ojos a esas mujeres que, desde la cuna de su hijo, también gritan por ser vistas.

PERO, ¿VALE LA PENA VERLA?

Este es el tipo de título donde debes cuestionarte si estás dispuesta o dispuesto a dejarte incomodar y a replantear muchas ideas que tenemos normalizadas. No, si buscas una historia con redención o una visión idealizada de la maternidad.

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