En 1962, un psiconauta joven de la ciudad de Nueva York, llamado Howard Lotsof, experimentó con un psicodélico oscuro de la corteza de la raíz de un arbusto, específicamente en la planta de iboga que crece en toda la República del Congo y reconoció su potencial terapéutico único. Junto con su esposa afroamericana Norma y un par de estudiantes de cine de la Universidad de Nueva York, dedicaron sus vidas a lograr que la ciencia y el gobierno lo investigaran, convencidos de que sería de gran beneficio medicinal, a pesar de que suena demasiado bueno para ser verdad y ser descartados como estafadores. Y aunque se le atribuye ayudar a los exadictos a recuperarse de sus síntomas de abstinencia, la ibogaína está lejos de ser una solución perfecta. Of Night and Light: The Story of Iboga and Ibogaine de la documentalista Lucy Walker (Bring Your Own Brigade) es una película que recorre cuidadosamente la línea entre objetivamente informativa y personalmente conmovedora, abarcando continentes y décadas en la historia de la ibogaína y su improbable descubrimiento por parte de un par de soñadores de los años 60.