Desde que tenía 10 años, cuando fue enviado a vivir, desde París a Bosnia, con su abuela, Vjeran Tomic realizaba sus primeros atracos y al regresar a París, paso su adolescencia en las calles, aprendiendo a escalar paredes de los mausoleos y más tarde aprendió a irrumpir en casas adineradas para robar sus objetos de valor y las joyas en los mercados. Hacia el año 2000, mejoraba su enfoque y utilizó una ballesta con cuerdas para colarse en un apartamento y robar obras de arte, incluidas dos obras de Renoir, un Derain, un Utrillo y un Braque, cuyo valor se decía más que un millón de euros. Pero todo esto fue una preparación para uno de los robos más impresionantes de los últimos años, el cometido al Museo de Arte Moderno, de París, en 2010. Vjeran Tomic: El hombre-araña de París es un documental dirigido por Jamie Roberts (Four Hours at the Capitol), donde el ladrón cuenta, con sus palabras, la manera en que ejecuto el crimen, la persecución que siguió y la captura y condena a la que fue sujeto.