Parte de la historia viene de las experiencias del director David Wain, cuando paso un verano en el Camp Modin, de Maine.
Conseguir el presupuesto para la cinta tomo poco más de 3 años. Se filmo con 1.8 millones de dólares y algunos miembros del elenco y el equipo de producción no recibieron paga alguna, como el caso del actor Paul Rudd.
La cinta se filmó a lo largo de 28 días, en el campamento Towanda, de Pensilvania. Todos los días, el equipo de producción tuvo que enfrentar lluvias inusuales.
Representa el debut cinematográfico del actor Bradley Cooper.
Tuvo su premier mundial en el Festival de Cine de Sundance, en enero de 2001.