La ciénaga

En el drama La Ciénaga, escrita y dirigida por Lucrecia Martel (La mujer sin cabeza), Tali y su marido Rafael, junto a sus hijos, trabajan en la finca La Mandrágora, a unos noventa kilómetros de la ciudad conocida como La Ciénaga, Argentina, donde cosechan y sacan pimientos rojos, en una existencia aburrida y parcialmente pacífica. Esto cambia cada año cuando la prima de Tali, Meche, una mujer de la ciudad, viaja cada verano, huyendo del sofocante calor, con su esposo Gregorio y sus cuatro hijos adolescentes. Meche es una mujer de cincuenta años, sufriendo una serie de frustraciones cada vez más insoportables, encumbradas por todo lo bueno y malo que representa su marido, un hombre que suele teñirse el pelo como símbolo de su negativa a alcanzar una edad mayor. Cuando dos accidentes, sin conexión alguna, suceden en el campo, la familia de Tali y la de Meche deben tratar de sobrevivir, encerrados en el mismo hogar, soportando el calor externo y el interno que hay entre ellos.