Últimas opiniones sobre Elf

Mágica, emotiva y grandilocuente. Elf de 2003 es todo lo que representa Will Ferrell, que no pudo tener mejor cómplice que Jon Favreau desde la dirección, plantan una historia que más allá del humor sobre saturado, establece el sentido de identidad y lo difícil de sentirnos fuera del status quo establecido que por más que lo intentemos no nos sentimos incluidos.

En un inicio de siglo dónde los grandes comediantes cómo Jim Carrey, Steve Carrell, Bill Murray, Eddie Murphy, un interesante y prometedor Adam Sandler y por supuesto Will Ferrell, se peleaban por la taquilla familiar, dentro de todas esas películas nació “Elf”, una película que se diferenciaba por su humor absurdo jugando entre chistes blancos con chistes negros, muy bien estructurados dentro de la narrativa inicial. “Elf” sigue a Buddy que después de escabullirse en la bolsa de Santa Clauss, un duende decide adoptarlo y criarlo cómo un duende más, hasta que después de 30 años decidirá ir al lugar de dónde es “perteneciente” y conocer a su real papá en NY, contrastando lo mágico e inocente del Polo Norte, con lo gris y capitalista del mundo real.

El mensaje de la película podría ser el cómo nos hemos olvidado de sorprendernos con las cosas más pequeñas que podemos ver con tan solo salir a la calle, el cómo la misma monotonía social nos ha vuelto secos tanto con nuestro poder de asombro cómo en el trato con los demás; una monotonía social que hasta nos ha impuesto celebrar la navidad, más cómo una época de consumo que en unirnos no solo con nuestra familia si no en ser amables con la gente que nos rodea, siendo el mismo Buddy, el que le recuerda tanto a los personajes cómo a nosotros el cómo la navidad es más que los regalos, es el dejarnos asombrar por una época en específico en el que tal vez más allá de lo impuesto podemos dar el mejor regalo solo escuchando y empatizando con otra persona que tal vez en todo el resto del año no hemos ni cruzado palabra. La película narrativamente es muy circular, y muchas veces tiene que avanzar muy rápido para no sobrepasar la hora y media de duración, apresurando lazos entre los protagonistas y en el desarrollo de muchos de ellos, pero la película es mágica, no sorprende que se haya vuelto un clásico.

Elf, junta lo mejor de las películas navideñas tradicionales con un toque satírico que la vuelve un frenesí tanto explosivo cómo encorazonador, los personajes de apoyo, aunque simples cumplen los requisitos que una película navideña necesita para funcionar. Elf es una película que, aunque no se toma enserio aun así logró ser memorable y emotiva.

La trama es muy buena, además, la interpretación de Will Ferrell es excelente; la recomiendo muchísimo.