En Ángeles de hierro, las jóvenes Alice Paul y Lucy Burns regresan a Estados Unidos, provenientes de Inglaterra, lugar donde se conocieron cuando participaban en una lucha de mujeres, lidereada por Emmeline Pankhurst, para lograr el voto y trato igualitario entre hombres y mujeres. Inspiradas por el movimiento vivido en el país europeo y las condiciones de las mujeres en el país norteamericano de la década de los años 10, las jóvenes presentan su propuesta, a una asociación de sufragio de mujeres, para hacer campaña en Washington D.C., buscando el derecho a nivel nacional del voto femenino. Sin embargo, sus ideas son consideradas exageradas e innecesarias por los hombres en posiciones de poder, llevándolas a organizar una procesión del Sufragio de Mujeres, en la víspera de las elecciones, logrando juntar a millones de voces femeninas que reclaman los mismos derechos.