Una vida sin terminar relata la vida de Jean Gilkyson (Jennifer Lopez), una mujer que huye con su hija de una relación abusiva hacia el rancho de su padre. Un año antes, el padre Einar (Robert Redford) y su amigo Mitch (Morgan Freeman) fueron atacados en el rancho por un oso; este último fue malherido en el rostro quedando con una deformación permanente. Después del maltrato sufrido por su esposo Gary (Damian Lewis), Jean huye con su hija Griff (Becca Gardner) al rancho de su padre, a quien no ha visto después de mucho debido a problemas familiares, sin embargo, Einar las recibe amablemente, aunque padre e hija chocan bastante al principio. Cuando Gary se entera de dónde se encuentra su familia, se dirige hacia allá fúrico con la intención de llevarse a su hija, pero ni Einar o Mitch lo permiten, lo que fortalece un poco más la rota relación del primero con Jean. Ahora ambos poco a poco irán sanando sus heridas para forjarse como la familia que siempre han sido.
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