Fue la gran ganadora de la ceremonia de los premios Goya, en 2004, obteniendo premios de las categorías de mejor película, mejor director (Icíar Bollaín), mejor actor protagonista (Luis Tovar), mejor actriz protagonista (Laia Marull), mejor actriz de reparto (Candela Peña), mejor guion original y mejor sonido.
La cinta es una adaptación del cortometraje Amores que matan (2000), también escrito y dirigido por Icíar Bollaín. En dicho corto, Luis Tosar tenía, nuevamente, el papel principal.
La directora, Icíar Bollaín, quería hacer una película sobre el tema de la violencia de género porque le interesaba conocer la respuesta a una serie de preguntas sobre el tema, fundamentalmente: "¿Por qué una mujer aguanta una media de diez años junto a un hombre que la machaca? ¿Por qué no se va? ¿Por qué no sólo no se va, sino que incluso algunas aseguran seguir enamoradas?". Bollaín llegó a la conclusión de que una de las razones primordiales es que muchas mujeres mantienen la esperanza de que su maltratador cambie.
Tuvo su premier mundial en el Festival de San Sebastián, en septiembre de 2003.