Mary Bennet suele pasar por desapercibida y no es muy tomada en cuenta respecto al resto de sus hermanas, pues aunque Mary tiene grandes convicciones y es muy inteligente, ella también es muy tímida, ansiosa y no sabe relacionarse con el resto. Debido a esto, la madre de Mary, la señora Bennet, cree que su hija está condenada a quedarse soltera para siempre. Mary también comienza a creer esto y cree que su futuro no será prometedor ni brillante como alguna vez lo planeó así que decide poner manos a la obra y cuando sus tíos, Los Gardiner, le ofrecen ser la institutriz de sus tres hijos, ella acepta esta oferta, por lo que termina saliendo de casa y mudándose a donde conocerá gente de otro mundo social y que la ayudarán en su nueva travesía de autodescubrimiento donde el amor aparecerá inesperadamente.