La vida para Suga cambia progresivamente cuando sale de prisión, pues el tiempo en el que estuvo encerrado su familia se sumió en una crisis a causa de la muerte de su hija Daisy, quien él creía que seguía viva. Además de esto, Suga solía ser el líder de una banda de moteros llamada Devil's Drifters que le dan la espalda cuando él es liberado, pues aunque él creía que su lugar seguía intacto, la mayoría de los del club han decidido reemplazarlo y creen que están mejor sin él. A pesar de su libertad, Suga se siente peor porque cree que lo ha perdido todo, pues su familia y los Devil's Drifters eran todo para él. Suga se enfocará en enmendar sus lazos familiares y también recuperar su gloria en el club, sólo que se encontrará con varios problemas y obstáculos, pues deberá localizar un cargamento de droga perdido o sino, ya no habrá más futuro para él.