Cuando Bennett y Ellen se casan, sus hijos Tyler, Avery y Chloe deben adaptarse su nueva vida como hermanastros. Tyler y Avery son adolescentes típicos y poco a poco están aprendiendo a comunicarse entre ellos. Cuando descubren que el perro adoptado recientemente por la familia tiene la habilidad de hablar, deciden mantenerlo en secreto, incluso para sus padres. Para complicar su intento de mantener el secreto, está la hermana menor Chloe, quien piensa que es normal tener un perro parlante después de que ella lo escucha. Pero afortunadamente los padres se lo atribuyen a la imaginación de Chloe. En cuanto a Stan, tiene la habilidad de meterse él, Tyler y Avery en situaciones difíciles, lo que ayuda a enseñar a los niños lo importante que es la familia y cuánto necesitan trabajar juntos para mantener a salvo el secreto de Stan.