Candice Renoir, comandante de la policía, asume la dirección de un grupo de investigadores en la localidad de Sète después de casi una década de despido, durante el cual siguió a su marido al extranjero y crió a sus cuatro hijos. Candice se esfuerza brillantemente por transformar estos elementos en activos: resuelve las investigaciones criminales más complejas con su sentido común y una practicidad extraordinaria. Un falso candor al que nada ni nadie puede resistir. Excepto tal vez sus hijos.