Consolidado como un despiadado y habilidoso asesino, el Sr. Ávila ahora ha recibido el nuevo cargo y título de Señor de Señores, luego de haber eliminado a su antecesor, quien había sido su mayor guía y confidente. El ascenso lo ha hecho aún más paranoico y desconfiado. Tomando posesión del cargo, Ávila ha recibido una casa, como parte de una herencia y también a un nuevo guía, Linares, destinado para enseñarle todo lo que debe saber de su nueva posición. Sin embargo, pronto recibirá la visita del Dr. Duarte, quien le ha exigido su colaboración para esclarecer los hechos que llevaron a la muerte a su hija, la detective Duarte. Varios sucesos le llevaran a entender que, permanecer como el Señor de Señores es más difícil que llegar a serlo. Por su parte, el detective Sánchez sigue recuperándose de la muerte de su colega y conocerá a su nuevo compañero, conocido como el Buitre, un agente igual o más implacable y determinado que él.