Ahora que los sobrevivientes han aprendido a cuidarse los unos a los otros, no están dispuestos a recibir más ayuda del gobierno que los abandonó. Sin embargo, al pueblo llega Liam, un científico que está convencido que puede encontrar la cura para la enfermedad. A pesar de las dudas, Wiley decide confiar en sus intenciones, pero pronto descubre que él solo los ves como un experimento más. Por otro lado, Adam soborna al laboratorio donde Liam trabaja para encontrar las pruebas necesarias contra el gobierno y poder salvar Pretty Lake.