Billy McBride es un abogado de un lavado de ambulancias que pasa más tiempo bebiendo que conociendo a sus clientes o con su familia rota. Mientras tanto, Cooperman McBride, la empresa que ayudó a fundar y construir junto con Donald Cooperman, ahora es más grande y más poderosa que nunca. Los abogados de Cooperman McBride no están contentos con la tartamudez de Lucy Kittridge en la corte, pero Callie no puede despedirla ya que esto significaría una enorme demanda para la compañía. Patty Solis-Papagian, abogada de DUI, intenta convencer a Billy de que represente a su vecina Rachel Kennedy en un pequeño caso que involucra a Borns Technology, uno de los mayores clientes de Cooperman McBride. Muy a regañadientes, el abogado termina aceptando el caso, lo que desata una ola de eventos que ponen en peligro su integridad.