Dory es arrestada por el asesinato de Keith y sus amigos no saben que hacer. Todo se vuelve un caos cuando se filtra un dato anónimo a la prensa. Dadas las montañas de evidencia en su contra, Dory, Drew y su equipo legal luchan por idear una estrategia de defensa medio decente, mientras Portia y Elliott son interrogados agresivamente en los cuarteles de la policía. Los medios no se cansan de este caso lascivo, y Dory está empezando a disfrutar de la atención.