Dory finalmente está en paz en su nuevo hogar, pero ya no se siente como ella misma. Mientras ella lucha con la realidad después de que le lavaron el cerebro, Drew recibe una sorpresa aterradora. Por su parte, Lylah le da los últimos detalles a su plan de encubrimiento. Drew, Elliott y Portia deberán aceptar una gran pérdida.