Seis meses después de los hechos de Roma, Villanelle se ha establecido en España y está a punto de casarse. Su boda se ve interrumpida por la llegada del ex asesino Dasha, quien la entrenó. Dasha le pide a Villanelle que vuelva a trabajar para los Doce, y Villanelle pide que la asciendan al papel de "Guardiana" a cambio, lo que la haría más poderosa que Dasha y Konstantin. Para demostrar su lealtad, Villanelle tiene la tarea de matar a un agitador político local. Mientras tanto, Eve ha dejado el MI6 y ahora trabaja en un restaurante coreano en New Malden mientras intenta adaptarse a la vida civil. Ella es apoyada por Kenny, quien también renunció al MI6 y ahora trabaja como periodista de investigación investigando de forma independiente a los Doce. Eve acepta reunirse con Kenny para tomar una copa después del trabajo, pero descubre que su oficina está desierta y que el cadáver de Kenny está afuera, aparentemente arrojado desde el techo por un asaltante desconocido.