Han pasado cinco años desde la caída del Imperio, un cazar recompensas mandoloriano famoso por siempre capturar los objetivos, es contratado por un misterioso cliente que promete una gran recompensa si cumple con su misión. Tras recibir una vaga información y un metal espacial que hará su armadura mucho más poderosa, el mandaloriano se embarca en el viaje para encontrar al nuevo objetivo. Al llegar al desértico planeta, se reúne con un nativo llamado Kuiil que será su mejor aliado para deshacerse de los criminales y mercenarios que rondan el área. Montando en un Blurrg, el cazar recompensa encuentra el escondite de la recompensa la cual resulta ser una criatura verde de grandes orejas, la misma especie de Yoda. Pronto es atacado por un droide IG-11 pero el mandaloriano usa sus habilidades para proteger al bebé.