Todos se reúnen para celebrar el Año Nuevo, y al final de la cuenta regresiva, cuando vuelve la música, Arthur sufre un ataque de sensibilidad auditiva y abandona la fiesta. Tras este episodio, decide consultar a su otorrinolaringólogo quien le explica que es víctima de una sordera súbita que puede tratarse. Sin embargo, la vida de Arthur cambia completamente después de sufrir un shock auditivo que agrava su condición. Este trastorno impactará su vida diaria y su relación con los demás.