Eli se ha retirado de forma parcial, así que sus tres hijos quedan a cargo de su imperio y aunque todos se habían preparado para este momento, pronto Jesse, Judy y Kelvin se dan cuenta que estar al frente del negocio implica mucho más de lo que imaginaban, así que no será fácil mantener el éxito y ritmo que Eli llevaba. Esto desencadenará un gran problema con los inversionistas y con los mismos creyentes, pues cada uno comienza a darse que quizás los tres hijos han quedado cortos y nunca podrán llenar los zapatos de su padre. Kelvin, Jesse y Judy deben hallar la forma de ser exitosos y mantener a flote la compañía sino será el fin para todos y mientras esto ocurre también deben ocuparse de sus cuestiones personales y de lidiar con los Montgomery, a los que se enfrentarán en una campamento que desencadenará más problemas, pero también los hará darse cuenta de lo que verdaderamente necesitaban.