Durante la década de 1980, dos asesinatos ocurrieron en una pequeña ciudad de Oklahoma. Las víctimas fueron Debbie Carter y Denice Haraway, residentes de Ada. La policía comienza la investigación para encontrar a los culpables del crimen, lo que los lleva a arrestar a dos hombres que, según la policía, apuntan como sospechosos. Tras recopilar diferentes testimonios, los sospechosos son encarcelados y culpados por los crímenes. Años después, los amigos y abogados de los hombres sentenciados buscan demostrar que ninguno fue culpable de los crímenes que les adjudican.