El policía de Brooklyn Max McLaughlin se ofreció como voluntario en 1946 para ayudar a reconstruir la fuerza policial en el Berlín de la posguerra. Sin embargo, su plan no es del todo desinteresado, pues Max está buscando a su hermano Moritz McLaughlin y ha recibido la noticia de que se encuentra en Berlín. Una vez allí, Max conoce a la policía alemana Elsie Garten. Juntos se propusieron arrestar a un criminal sin escrúpulos y llevarlo tras las rejas. Este malenate llamado "hacedor de ángeles" se aprovecha de la agitación de la posguerra y la angustia personal de la población para llevar a cabo sus crímenes. Pero el hermano Moritz, a quien Max conoció de nuevo, aparentemente se ha convertido en un criminal. En una especie de campaña personal de venganza, liquida a los ex nazis que cree que se lo merecen. Debido a que la policía, con la ayuda de McLaughlin, está pisándole los talones al fabricante de ángeles, él se dirige al contraataque. Una bomba explota en el recinto y, cuando los supervivientes huyen del edificio, son atacados con armas automáticas. Max puede disparar a los tiradores.