Después de que los detectives Lars y Alf descubren que Mariana estaba tratando de infiltrarse en la red de prostitución y finalmente fue asesinada por dos policías, ambos deciden investigar y se dan cuenta de que los policías asesinos eran parte de una agencia secreta del gobierno que permitía que las mujeres fueran utilizadas como esclavas sexuales. Mariana y Navn eran cabos sueltos y, aunque el equipo de Lars pensó que era un crimen de odio, ahora ven que solo son políticos desagradables que se aseguran de que no se ventilen sus trapos sucios. Ahora ambos tendrán que buscar la manera de demostrarle al mundo lo que está sucediendo sin morir en el intento.