Sofie finalmente se ha divorciado de Johan y ahora deberá marcar un nuevo rumbo en su vida, pues aunque ella no era feliz a su lado y sabía que él no la amaba por quien realmente es, pasaron muchos años juntos y sobre todo compartieron decenas de momentos memorables gracias a sus hijos, así que es normal que sienta un vacío. Aunque también Sofie ve esta nueva faceta como una oportunidad de hacer las cosas mejor porque está cansada de fingir, obedecer y no poder mostrar su verdadero ser, así que cree que es momento de iniciar bien una relación con Max, pero algo sucede en el trabajo que la hace darse cuenta que ellos dos quizás no deberían estar juntos. En la editorial Lund & Lagersted, Sofie es promovida como directora así que ahora su deber de responsabilidad, ética y moral recaerá con mayor fuerza entre sus hombros, y más porque han contratado a un consultor que se encarga de supervisar la base ética del lugar y de cada empleado; por lo que Sofie y Max deberán replantearse si en verdad vale la pena seguir con sus juegos y aquella relación fuera de la norma. A pesar de haber comenzando una nueva etapa y que Sofie esperaba lo mejor de ésta, ahora tendrá que lidiar con varios asuntos que competen a sus emociones para que así se pueda desarrollar con gran éxito en su nuevo rol en el trabajo, pero también que conozca a profundidad si al final del día quiere a Max para algo verdadero y duradero.