El pueblo costero de Kurouzo se encuentra bajo una terrible maldición contra la que nadie pareciera poder luchar, pues ésta va más allá de ser sobre algún fantasma o ente sobrenatural. Kirine Goshima es una joven que visita este lugar porque su novio, Shuichi Saito, es originario de Kurouzo y es quien se encarga de contarle que el pueblo está cubierto por una neblina espesa debido a esta maldición que ha sido provocada por un Uzumaki, el cual es un patrón de remolino, es un simple espiral que ha arrasado con todo a su paso y se ha apropiado de cada cosa y ser que conforman a Kurouzo. Pues desde el agua hasta los rostros de las personas tienen plasmadas formas de remolino que en el caso de la gente las hace enloquecer y perderse por completo. Kirine tiene bastante miedo de todo lo que ve, pues en ingún lugar está segura así que intentará escapar a como dé lugar o de algún modo encontrar la respuesta para terminar con esta maldición.