Man-Wol debe expiar sus indiscreciones pasadas y verse obligada a convertirse en propietaria del Hotel Del Luna, que es un lugar bastante peculiar donde ocurren cosas fuera de lo común. El hotel está lejos de ser normal, comenzando por el hecho de que solo es visible en un momento determinado y en circunstancias especiales. Su propósito es ayudar a las almas que deben aceptar sus asuntos pendientes antes de pasar a la otra vida y continuar su proceso de reencarnación. Man-Wol se ha vuelto frío, amargo y de mal genio a lo largo de los años. Esto cambia cuando conoce a su nuevo gerente de hotel, Chan-Sung. Debido a un acuerdo hecho por su padre con Man-Wol, Chan-Sung debe convertirse en el gerente del hotel y superar su miedo a los fantasmas. Chan-Sung es calculado, racional e inicialmente choca con Man-Wol. A medida que pasa el tiempo, Man-Wol y Chan-Sung cambian su comportamiento y aprenden a tener compasión e incluso comienzan a enamorarse. Eso traerá consecuencias, tanto positivas como otras negativas, que tendrán que ir superando juntos.