El 22 de mayo de 2013, Gabriel Fernández de 8 años, fue internado de emergencia en hospital después de que dejará de respirar. Dos días después fue declarado con muerte cerebral. La autopsia de Gabriel trajo a la luz los graves abusos que su cuerpo había sufrido por meses, desde contusiones cerebrales hasta costillas rotas. Cuando su madre Pearl Fernández y su padrastro Isauro Aguirre fueron encontrados y detenidos, la fiscalía comenzó uno de los juicios más emotivos de la Corte Superior del Condado Los Ángeles, en el que se dieron a conocer los múltiples abusos y palizas contra el menor de parte de ambos. La investigación terminó exponiendo las terribles situaciones que Gabriel tuvo que vivir por meses, y como los errores del Departamento de Servicios Infantiles y Familiares lo llevaron hasta su muerte.