Irene Romero (Ana María Estupiñán) es una joven sencilla y humilde que sueña con convertirse en una cantante famosa. Ella trabaja en el puesto de frutas de la plaza "La Milagrosa" junto a su madre Magola (Alina Lozano), una mujer autoritaria que no desea ver los deseos de su hija realizarse, porque piensa que el mundo de la música no está al alcance de sus posibilidades económicas y sociales. Sin embargo, Irene no planea dejar sus aspiraciones de lado y, en compañía de unos amigos y de su padre Salvador, forma un grupo musical llamado Los Milagrosos, con el que asiste a fiestas, reuniones y demás eventos con el objetivo de ser reconocidos entre el gusto popular. Irene conoce a Joaquín (Carlos Torres) el mecánico, cuando llega a la ciudad con nada más que la ropa que lleva puesta. Mientras luchan por sus sueños, se cruzan en sus caminos. Pronto se darán cuenta de que no pueden vivir el uno sin el otro, aunque su lucha por estar juntos será intensa y dolorosa.