Cuando su infiltrado comienza a aburrirse, Cerebro Dorado decide implantar un virus informático viviente para que destruya el servidor de la academia. Carmen es tan supersticiosa que está convencida de que se hechizó a sí misma después de que su rendimiento en la academia comienza a verse afectado. Tras recibir un supuesto mensaje del chico que le gusta, Carmen viaja al desierto, donde la espera una trampa. Ahora que el suero Pinnoquinox está en manos de Cerebro Dorado, los agentes de Misión Crucial deben lanzarse a la sede de BARRO y recuperarlo a toda costa.