El documental comienza en México con la Abuela Margarita, chamana Maya de 84 años, y Abuela niña, chamana Nahuatl de 13 años, que buscan retratar los orígenes de los seres espirituales con el fin de despertar las conciencias dormidas de la humanidad. Después de esto, el viaje nos lleva con el Maestro en Khoomeni, quién comparte las ceremonias de meditación colectiva en dónde el sonido se transforma en energía para ampliar la conciencia y conectarnos a nivel espiritual. Poco después, la producción se dirige a San Antonio de Areco para conversar con el monje benedictino nacido en Austria, pionero del diálogo entre las tradiciones espirituales de oriente y occidente, y escuchar su mensaje de gratitud como forma de celebrar la vida.